Parece tan solo ayer el día que vivimos la fiesta de Rusia 2018. Fue una experiencia exquisita y los ánimos estaban a tope. Los últimos equipos clasificamos salieron a fines del 2017 y ya solo quedaban seis meses para la copa, pero el ambiente era de algarabía y ya pensábamos en cómo haríamos para recorrer los miles de kilómetros para alentar a nuestras respectivas selecciones. Pero como lo bueno se tiene que continuar, nos preparamos para disfrutar de una nueva justa mundialista, el Mundial de Qatar 2022, cuya edición se llevará a cabo desde el 21 de noviembre al 18 de diciembre del 2022. Como se sabe, esta es la tercera vez que se disputa dicho torneo en el continente asiático (Japón y Corea del Sur 2002 y el último en territorio ruso, aunque con una sola sede en la parte asiática), aunque la primera que se jugará en el Medio Oriente, una zona de crecimiento innegable y que promete albergar a toda la multitud que quiere una entrada, una invitación a uno de los espectáculos más grandes del planeta. Aún queda tiempo, pero desde ya vamos desmenuzando los pormenores que harán de este nuevo certamen, uno especial
CAMBIOS
Por ello, hubo que realizarse una serie de ajustes respecto a la organización, la más significativa la de la fecha de realización, eligiendo los dos últimos meses del año para así no padecer las altísimas temperaturas propias de esa zona del planeta en temporada de verano (casi 50 grados). Además, la primera intención del comité organizador era ampliar a 48 los países que participarían en la fase final; sin embargo, se decidió en la última reunión del 22 de mayo último que la cantidad de participantes se mantendría en 32, incluyendo a Qatar como país organizador. Otra particularidad son los estadios de cada sede. Solo hay dos estadios inaugurados (Al Bayt en Jor y Al Janoub en Al Wakrah) y uno remodelado (Jalifa en Rayán). Después, el Ahmed bin Ali en Rayán está en remodelación, y el Ras Abu Aboud y el Al Thumama, ambos en Doha; el Qatar Foundation, en Rayán; y el Icónico de Lusali, en el municipio del mismo nombre, aún siguen en construcción. Se sabe que contarán con climatizadores, al igual que los fanfest del público, para ayudar a refrescar los ambientes.
CLASIFICACIÓN
El otro ingrediente es por supuesto, es el futbolero. Los torneos clasificatorios no empiezan en simultáneo. El medio cupo para Oceanía aún está por definir a sus participantes, al igual que la fecha. Respecto a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), su clasificación comenzó ya en junio y es un torneo largo, del que saldrán cuatro clasificados, aparte de Qatar que es anfitrión, y uno más que jugará un repechaje internacional. En el caso de la Confederación Africana, su fase clasificatoria se inicia en setiembre del 2019 y dispone de cinco cupos directos. La Concacaf definirá a sus participantes (tres por ingreso directo y uno que jugará un repechaje internacional) a partir del 2020. La UEFA será la confederación con la disputa más tardía para sus clasificados, pues recién se jugará dicha fase en el 2021, la que decidirá a sus trece participantes por ingreso directo. Finalmente pero no menos importante, la Conmebol, que definirá a cuatro elecciones de forma directa y una quinta con la posibilidad de disputar un repechaje internacional, a partir del 2020.
ELIMINATORIAS SUDAMERICANAS
La situación de las Eliminatorias Sudamericanas es bastante particular. Para propios y extraños, se trata de la de más férrea disputa entre selecciones, con emociones y chances para casi todas sus selecciones hasta la última fecha. No es reciente el pedido que hacen un buen número de federaciones de ampliar a un cupo más para Sudamérica, teniendo en cuenta la calidad y dificultad de su calendario; sin embargo, todavía seguirá en espera hasta el siguiente Mundial, donde podría incrementarse el número de países a disputar la fase final. Retornando al aspecto del juego, las Eliminatorias Sudamericanas son atractivas por diversos factores. Uno de ellos es la variedad de superficies. La región cuenta con escenarios ubicados en zonas de fuerte calor, de intenso frío, de altura y de humedad. El caso más resaltante es el de Bolivia, cuyo estadio principal, el Hernando Siles de La Paz, se ubica a 3 577 metros sobre el nivel del mar. En las Eliminatorias para Rusia 2018, Bolivia derrotó 2-0 a Argentina y empató 0-0 con Brasil en ese escenario, un dato no menor. Por otro lado, es notable la evolución de otras selecciones, como el caso de Venezuela, que de ser siempre última a pasado ser un interesante protagonista del torneo. El mismo caso es el de Perú -que luego de 36 años regresó a la fase final de la justa mundialista- con un gran desempeño, sobre todo en la segunda fase de las Clasificatorias, de la mano de un técnico que ha sabido inyectar mayor visión y responsabilidad al ya conocido buen toque de balón peruano. Han disputado amistosos importantes, han crecido en su juego y no en vano, son los subcampeones de la última Copa América que se realizó en tierras brasileñas, ante el mismo rival. Argentina y Chile están pasando por nuevos procesos de recambió de futbolistas y con nuevos entrenadores, y hoy por hoy, aunque su calidad y fútbol son innegables, es muy pronto para decir que tienen ya asegurados los cupos. Colombia tiene un nuevo entrenador también, el portugués Carlos Queiroz, que intentará dar un nuevo estilo a esta selección, que ya desde la copa anterior ha sacado un amplio universo de jugadores que juegan en ligas top del mundo, lo que le permite verse como gran candidato a conseguir un lugar en Qatar 2022. Bolivia y Ecuador fueron dos de las selecciones de menor regularidad en esta fase, a pesar de contar con una localía ventajosa para ellos, por jugar en altura. Paraguay definitivamente quiere recuperar el sitial que había ganado como candidato y querrá maquillar su desempeño, pues en las últimas clasificatorias también se quedó afuera por poco. Uruguay es siempre gran protagonista por la calidad y entrega de sus jugadores y ya tienen varios años de la mano de un técnico que aunque ya de edad, goza de una sapiencia y experiencia que ha sabido sacar lo mejor de su selección. Finalmente, Brasil es el principal favorito, último campeón de la Copa América y que ya cuenta con un estilo afirmado al que nos tiene acostumbrados. Sin duda es la selección a batir y frente a la que todas las selecciones querrán enfrentar para determinar en qué nivel se encuentran y cuáles son sus reales posibilidades de llegar sonrientes al año 2022. Con estos condimentos está asegurada, una vez más, una larga y peleada fase para definir a los representantes sudamericanos.
EL ESPECTÁCULO
No podemos dejar de mencionar al público. La latitud de la sede de esta nueva Copa del Mundo representa un desafío, pero a su vez una gran atracción. Ya es conocida la extravagancia, ostentación y singular atractivo de Qatar, que la han convertido en uno de los destinos de placer más requeridos de los últimos años, al igual que Dubái. Se espera que haya una buena inversión y publicidad, con estrategias de vuelos y alojamiento para que sean varios los asistentes a esta parte del mundo, para gozar de una fiesta que no solo será futbolera, pues dispondrá de playas, clubes y ambientes que harán la visita mucho más llevadera.
Qatar 2022 promete ser un torneo atractivo y desafiante. La supremacía sigue siendo europea por sobre Sudamérica (12 títulos contra 9), incluyendo las cuatro últimas finales. Esta es una gran oportunidad de acortar distancias por disputarse en un territorio ajeno al europeo. Asimismo, el elemento sorpresa no debería faltar en este Mundial, pues ya vimos que en el último, una destacada y ordenada Croacia llegó al último partido de Rusia 2018, en el que terminó sucumbiendo a manos de Francia, luego de una exitosa campaña. Justamente, la selección gala, en su papel de campeón reinante, está llamada a seguir cosechando éxitos. Está nutrida de jugadores de mucho talento, que destacan de forma individual en sus clubes y en sus ligas; tienen un técnico disciplinado y conocedor, que junto a Franz Beckenbauer, son los únicos que se han coronado campeones mundiales siendo entrenadores, jugadores y capitanes de sus selecciones. Además, Rusia 2018 fue el segundo mundial consecutivo en el que ganan el premio a mejor jugador joven, con Paul Pogba en el 2014 y Kilian Mbappé en este último, por lo que presente tienen y futuro, todavía más.
Y como la diversión no solo es en la cancha o en las tribunas, otro agente que de seguro entrará a tallar es el tema de las apuestas. Diferentes casas de apuestas ya están poniendo mercados de posible campeón mundial, aún sin disputarse las Eliminatorias. Habrá de seguro elección al mejor jugador, al goleador, el fair play, o incluso apuestas más extravagantes como si habrá algún gol con la mano o que tenga que ver con la celebración de los goles.
Por todo lo mencionado, la Copa Mundial de Qatar 2022 tendrá buen fútbol, mucha entrega, garra, aliento constante (se espera que con la motivación del concurso de la mejor hinchada, a nivel Fifa, haya mayor participación y mayor turismo hacia esta zona) y sobre todo, buena onda. Mientras tanto, disfrutemos de las Eliminatorias que ya llegan y de la preparación de cada selección en sus respectivos amistosos y alistemos nuestras gargantas para recibir la mayor fiesta del fútbol.